Captain
America: The Winter Soldier (2014),
de los hermanos Russo, es un filme de superhéroe que, en su
dimensión política, refleja los miedos de una sociedad que teme la
perdida de las libertades individuales –si es que alguna vez las
tuvo–, pregonadas como el valor máximo de la nación
estadounidense.
La
patria desconocida
El
primer filme, Captain
America: The first Avenger (2011)
se desarrollaba durante la Segunda Guerra Mundial, en un mundo donde
los buenos y los malos parecían bien definidos. El Mal era
claramente encarnado por la Alemania Nazi y el Bien bajo el liderazgo
estadounidense. En ese sentido, el “Capi” se mostraba como un
soldado fiel a los valores supremos “americanos”: la libertad, la
justicia, la compasión, el valor, el honor. Banderas del héroe que
lo llevan a derrotar el mal, a costa de su propia vida.
En
el segundo filme vemos a un soldado que no acepta la ideología del
tiempo presente. Después de haber sido descongelado, el Capi se ha
perdido todos los acontecimientos que han dado un giro al orden
geopolítico desde la Segunda Guerra Mundial: la Guerra Fría, la
expansión y caída del comunismo, las independencias y guerras
civiles en África, la guerra de guerrillas en América Latina, el
thatcherismo, la hegemonía del capitalismo, el “terrorismo”
internacional, el 11-S, la “guerra preventiva”.
Bajo
este panorama, S.H.I.E.L.D., la agencia de inteligencia y
anti-terrorismo estadounidense, se ha desarrollado, y ahora planea su
mayor fase: acabar con el enemigo, incluso antes de que lo sea. La
conversación entre su director, Nick Fury, y el Capitán, es muy
diciente:
Fury:
Vamos a neutralizar muchas amenazas antes de que sucedan.
Capi:
Creí que el castigo venía después del delito.
Fury:
S.H.I.E.L.D. acepta el mundo como es, no como nos gustaría que
fuera.
Capi:
Esto no es libertad. Esto es miedo.
Paradoja
terrible. Steven Roger, el supersoldado que condujo a la victoria a
los Aliados en la Segunda Guerra Mundial y permitió el desarrollo
del siglo XX, ve tergiversarse su legado. Y sin embargo, su retorno
como héroe, corresponde a la necesidad de encarrilarlo.
La
sociedad del miedo
El
nuevo mundo donde se encuentra el Capitán está dominado por el
miedo. Ya no es posible identificar a un enemigo en concreto. Los
constantes conflictos mundiales han propiciado que S.H.I.E.L.D./Hydra
desarrolle una tecnología de vigilancia y asesinato que garantizará
un orden: un "nuevo mundo". Cada ser humano tendrá
colgando sobre su cabeza una espada de Damocles.
El
presidente Obama toma un día a la semana para revisar una lista
entregada por la inteligencia del gobierno y decide quién debe
morir. La denominada Kill
List es
ejecutada, entre varias estrategias, por los denominados drones
(vehículos aéreos no tripulados). Con un funcionamiento a control
remoto, su alcance y su capacidad destructiva, son enviados, por
ejemplo, a las montañas de Pakistán a asesinar a alguien que
perjudique los intereses de la nación. La polémica, no obstante,
está servida: incontables han sido las víctimas civiles de tales
"eficaces medios".
Los
helitransportes –el arma de S.H.I.E.L.D./ Hydra– constituyen lo
último en tecnología contra el terrorismo. Inmensas fortalezas
flotantes, con un mínimo de personal, pueden eliminar a cualquiera
en cualquier parte del planeta. Drones que no sólo apuntan al
“enemigo” externo, sino al interno.
“...la
verdad os hará libre” (Juan,
8, v.32)
El
Capitán América se ve enfrentado contra el S.H.I.E.L.D., contra el
mismo gobierno que había jurado proteger. Tras su victoria, una de
sus decisiones es el desmantelamiento de la agencia y la exposición
al público de todas sus acciones: la verdad servida al público.
Esta
acción recuerda la filtración de información a WikiLeaks,
realizada por el entonces soldado Bradley Manning, sobre los crímenes
de guerra cometidos por el ejército estadounidense en Afganistán e
Irak. Resulta también parecida a las acciones del analista para la
CIA, Edward Snowden, con las cuales se comprobaba el espionaje a
nivel global, político, industrial, que demostraba el estado
de vigilancia permanente en que se encuentra Estados Unidos de
América.
Una
lectura del gesto del Capi se presenta como un apoyo implícito de lo
que debe ser considerado justo. Y el primer paso es la verdad:
conocer lo que se ha hecho, lo que se está haciendo, lo que se
quiere hacer. El miedo en la cultura popular norteamericana parece
reflejarse en la sospecha de lo que hace el gobierno. Y los gobiernos
se perciben como poco sinceros.
El
héroe Steven Roger aparece como el portador de la verdad incómoda y
necesaria. Sólo un héroe reconocido como tal tiene la capacidad de
revelar la razón del miedo y confrontarla. Su consagración es un
connotado apoyo a aquellos sujetos que han intentado desenmascarar el
poder y su corrupción. Personajes que han sabido leer que sólo a
través de la verdad se puede llegar a un verdadero principio de
libertad.
Excelente.
ResponderEliminarGracias.
EliminarQué buen análisis. No he visto la segunda parte, espero que cumpla mis expectativas.
ResponderEliminarMe gustó, y su componente político es interesante (su acción también).
EliminarMuy interesante tu artículo, sin embargo, hubiese preferido que hablarás de las partes de la historia colombiana (Si no estoy mal, el Bogotazo) o el personaje de nuestro mal bien ponderado gobierno que aparece en el filme y esa ironía relación con hydra Jejejejeje.
ResponderEliminarA por el Nobel, viejo leo!!!
Muchas cosas de que hablar, Guillermo, pero si, faltan otras cuestiones. Un abrazo.
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