martes, 20 de mayo de 2014

Partida

Llegaste.
Nunca me fui.
Tardaste.
Estuve siempre en ti. Por eso estoy.
Abrázame.
No.
Sé que me amas.
Debes dejarme. 
¿Por qué? Tuviste un funeral de película. Todos lloraron, excepto yo, porque sabía que no te habías ido.
No me fui para ti. No me has dejado ir. Déjame ir, por favor.
No quiero.
Tu temor a la soledad debe evaporarse. No tienes opción. Mi sombra te lastima. Me lastima. Nos lastima. La mera existencia basta para destruir al otro.
¿Y si también quiero desaparecer?
Yo no quiero desaparecer. Y tú tampoco. Pero ya no existo, y me retienes. Tú, sin embargo, sigues caminando, sobre nuevos y viejos caminos, por propia decisión. Debe ser así. Adiós. 
¿Te veré de nuevo?

El vacío sólo es otro altar sin culto, esperando en la eternidad ser llenado.




















Camino en Pompeya, Paul Vlaar (2003)


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