Fueron once años detenidos en
Guantánamo, once años en los cuales, la nación abanderada como “el país de la
democracia” “de las libertades” y de las “oportunidades”, le negó el derecho
democrático, las libertades y oportunidades a Adnan Farhan Abdul Latif.
Latif era uno de los 168 detenidos
en Guantánamo sin que su situación esté ligada a las normas internacionales de
derechos humanos.
Éste ciudadano yemení fue detenido
en la frontera entre Pakistán y Afganistán en 2001, luego en 2002 fue enviado a
Guantánamo, su prisión, su pesadilla y su fin. Durante el tiempo que estuvo
prisionero, Latif fue torturado de incontables formas, todas ya conocidas.
Pero a pesar de ello, Latif y
algunos prisioneros pudieron escribir y sacar a la luz pública una serie de
poemas, publicados como Poems From Guantanamo (2007). Un fragmento de “Hunger Strike Poem” de Latif
dice:
They are artists of torture,
They are artists of
pain and fatigue,
They are artists of
insults,
and humiliations.
Where is the world to
save us
from torture?
Where is the world to
save us
from the fire and the
darkness?
Where is the world to
save
the hunger strikers?
Traducción:
Ellos son artistas de la tortura,
Ellos son artistas del dolor y la fatiga,
Ellos son artistas de la ofensa,
Y la humillación.
¿Dónde está el mundo para salvarnos de la tortura?
¿Dónde está el mundo para salvarnos del fuego y la oscuridad?
¿Dónde está el mundo para salvar a los huelguistas del hambre?
Estas líneas llenas de dolor
tienen el tono de una oración suplicante, un reclamo que no tuvo respuesta. El mundo no llegó a salvar a Latif, murió el 8 de septiembre, a las puertas de unaposible liberación. Él presentía que no viviría: “he perdido la esperanza de
ser liberado”, le comentaba a su abogado, el cual, el único logro ha sido
revelar sus poemas al mundo.
El nadie te pudo salvar, Latif,
pero con tus acciones salvaste la humanidad de la humanidad, y junto a escritos
como el Diario de la niña Ana Frank, se convierten en un testimonio que demuestra
que aún en el fin se puede ser humano –y debe ser así –, en un mundo
demasiado real para aceptarse.
Death Poem (o Poema de la Muerte) de Jumah al Dossari
Take my blood.
Take my death shroud and
The remnants of my body.
Take photographs of my corpse at the grave, lonely.
Send them to the world,
To the judges and
To the people of conscience,
Send them to the principled men and fair-minded.
And let them bear the guilty burden before the world,
Of this innocent soul.
Let them bear the burden before their children and before history,
Of this soul which has suffered at the hands of the "protector of peace".
Toma mi sangre.
Toma mi sudario de muerto y los restos de mi cuerpo
Toma fotografías de mi cadáver en la tumba, solitariamente.
Envíalas al mundo,
a los jueces,
a las personas de consciencia,
Envíalas a los principios morales del hombre y a la imparcialidad.
Y déjenlos llevar la carga de la culpa ante el mundo,
de ésta alma inocente.
Déjenlos llevar la carga de la culpa ante sus niños y ante la historia,
de ésta alma que ha sufrido en las manos de los "protectores de la paz"
Jumah al Dossari está en confinamiento solitario desde el 2003, ha intentado matarse más de veinte veces.
Imagen: fotografía de prisioneros en Guantánamo privados de sus sentidos: no pueden ver, no pueden escuchar, no pueden tocar con sus manos y no pueden respirar adecuadamente.
Take my blood.
Take my death shroud and
The remnants of my body.
Take photographs of my corpse at the grave, lonely.
Send them to the world,
To the judges and
To the people of conscience,
Send them to the principled men and fair-minded.
And let them bear the guilty burden before the world,
Of this innocent soul.
Let them bear the burden before their children and before history,
Of this soul which has suffered at the hands of the "protector of peace".
Toma mi sangre.
Toma mi sudario de muerto y los restos de mi cuerpo
Toma fotografías de mi cadáver en la tumba, solitariamente.
Envíalas al mundo,
a los jueces,
a las personas de consciencia,
Envíalas a los principios morales del hombre y a la imparcialidad.
Y déjenlos llevar la carga de la culpa ante el mundo,
de ésta alma inocente.
Déjenlos llevar la carga de la culpa ante sus niños y ante la historia,
de ésta alma que ha sufrido en las manos de los "protectores de la paz"
Jumah al Dossari está en confinamiento solitario desde el 2003, ha intentado matarse más de veinte veces.
Imagen: fotografía de prisioneros en Guantánamo privados de sus sentidos: no pueden ver, no pueden escuchar, no pueden tocar con sus manos y no pueden respirar adecuadamente.