Y su voz pronunció palabras de un lenguaje muerto,
estremeció el espacio y el tiempo,
levantó las almas olvidadas.
Y su voz les ordenó morir.
Su voz los convirtió en inmortales.
Estatua del templo de Lingyin
martes, 8 de octubre de 2013
miércoles, 14 de agosto de 2013
Una buena noche
En sus infernales y amables ojos ya se reflejaba el fin. Sin embargo, el amable transeúnte simplemente le dio la moneda.
El mendigo -sonriendo- le dijo: "Muchas gracias, morirás mañana. Ten una buena noche".
El transeúnte tuvo la mejor noche de su vida, y una muerte tranquila en la mañana.
"El Mendigo", de Ernst Rudolf.
El mendigo -sonriendo- le dijo: "Muchas gracias, morirás mañana. Ten una buena noche".
El transeúnte tuvo la mejor noche de su vida, y una muerte tranquila en la mañana.
"El Mendigo", de Ernst Rudolf.
viernes, 29 de marzo de 2013
Lo que somos
-¿Qué somos entonces? Pregunté.
-"¿Qué somos?" ¿Y no sabes a estas alturas de la vida? Sencillo:
Una sucesión de acontecimientos errados, de intentos de lucha, de fracasos consecutivos.
-Entonces estoy viviendo plenamente, contesté.
Asintió.
Imagen: El triunfo de la muerte, Pieter Brueghel el Viejo (1562).
-"¿Qué somos?" ¿Y no sabes a estas alturas de la vida? Sencillo:
Una sucesión de acontecimientos errados, de intentos de lucha, de fracasos consecutivos.
-Entonces estoy viviendo plenamente, contesté.
Asintió.
Imagen: El triunfo de la muerte, Pieter Brueghel el Viejo (1562).
lunes, 14 de enero de 2013
Un segundo para ser extraños
Para los formalistas rusos, el lenguaje literario contaba con un carácter de “extrañamiento” de la realidad. Es
decir, la palabra, la lengua cotidiana, mediante una serie de procedimientos artísticos, se desviaba de su uso habitual . Y en ese sentido, una palabra, un saludo, una lectura de un manual u
otra situación trivial de nuestras vidas -y sobre la que generalmente no reflexionamos- se nos rebela bajo otro lente en la obra literaria.
Los segundos se nos van a cada
instante, pero cada uno de ellos puede ser la oportunidad de ser conscientes de vivir
una experiencia. En ese sentido, el excepcional vídeo de Jonathan Britnell, 2012. 366 days. 366 seconds, en el cual se muestra un segundo de cada día del año pasado, puede leerse como un bello
llamado de atención que nos recuerda la posibilidad de ser extraños cada
en segundo vivido.
Ver vídeo en: http://vimeo.com/56599373
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